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Visión infantil

Cada aspecto de la salud de su hijo es importante. Al igual que ocurre en otras áreas de la atención pediátrica, la visión y la salud ocular de su hijo implican una serie de preguntas e inquietudes.

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Es importante hacer revisiones con el pediatra y el oftalmólogo infantil y plantearles las dudas que puedan surgir. Nosotros somos especialistas en visión infantil y te podemos ayudar ofreciendo consejos y revisiones visuales para comprobar el correcto desarrollo de la visión de su hijo.

La miopía, hipermetropía o el astigmatismo no son enfermedades sino deficiencias funcionales de la visión.

Etapas del desarrollo de la visión

Del nacimiento al quinto mes, se puede decir que al nacer somos ciegos funcionales  y por lo general hipermétropes,no sabemos ver, realmente aprendemos a ver. Empiezan a hacer fijaciones y seguir objetos con los ojos. En esta etapa no vemos con los dos ojos a la vez, puede parecer que los ojos van por libre, no te asustes de momento, suele ser normal. En el final de este periodo empieza la interacción del ojo y la mano. Aprenden a ver algo y quieren cogerlo.

Del sexto al octavo mes, empiezan los dos ojos a interactuar como una unidad, empieza a surgir la visión en 3D. El niño descubre el espacio que hay entre los objetos, quiere alcanzar los juguetes y objetos que le rodean. Empieza a gatear y con este proceso se activan una serie de procesos de desarrollo neuronal básicos para el desarrollo de la visión. Seguimos aprendiendo a manejar nuestros ojos. La aventura continua.

Del noveno mes al año de vida, seguimos entrenando la coordinación ojo mano, será fundamental para el resto de nuestras vidas. La retina casi está al final de su desarrollo. Hasta ahora las imágenes no habían sido demasiado claras pero existe un proceso que se llama emetropización, el objetivo de este es conseguir que al final de  nuestro desarrollo visual no tengamos ningún tipo de graduación para ver correctamente. Si todo sale bien lo conseguiremos.

En el segundo año de vida, los niños de esta edad suelen ser ligeramente hipermétropes o  miopes, para arreglar esto está el proceso de emetropización. Es también una edad comprometida ya que suele ser una edad donde pueden surgir algunos estrabismos, se tuerce un ojo. Si no le has hecho un examen visual a tu hijo hasta ahora, puede ser un buen momento. No es necesario que sepa las letras para hacerle un examen visual y saber cómo ve, existen tests normalizados para niños pequeños.

Del tercer al quinto año, prosigue el desarrollo de la visión y este sentido ya es el más importante de todos. Los ojos no solo van a dirigir la importantísima coordinación de ojo mano para la adquisición de la lectoescritura sino que la visión  se coordinará con el resto del cuerpo.

El sexto año, el proceso de desarrollo del ojo y de la visión está completado. La agudeza visual ya es del 100%. La coordinación y los movimientos entre ambos ojos es completa así como la capacidad de enfocar objetos a cualquier distancia. La visión en 3D o stereopsis nos permite situar perfectamente los objetos en el espacio, nos movemos de una manera coordinada y ágil. Si el niño no está en este estadío o en uno muy próximo te recomiendo que le hagamos un examen visual. Sus ojos van a ser fundamentales para aprender, jugar y llegar a desarrollar todo su potencial.

A partir de los 6 años surgen muchas de las miopías. Esto se debe a que, por razones que aún no comprendemos totalmente, el ojo sigue creciendo y esto desemboca en una miopía. Las últimas investigaciones y publicaciones científicas nos dicen que los factores que producen este crecimiento y posterior miopía son de carácter multifactorial, donde la carga genética, el exceso de dispositivos móviles en distancias cortas, el ambiente y los hábitos de vida juega un papel importante. Pero no toda va a ser malas noticias, para compensar, la evidencia científica también nos dice que la luz del sol es un factor de protección y además gratis. Pasar tiempo al aire libre es efectivo para protegernos de la aparición y progresión de la miopía. Según una investigación del colegio de optometristas de la Universidad Estatal de Ohio pasar tiempo expuesto a la luz del sol estimula la dopamina, un neurotransmisor que impide el alargamiento excesivo del ojo durante su desarrollo. Se recomienda pasar  3 horas al día al aire libre durante la infancia y la juventud para evitar la aparición y posterior evolución de la miopía.

Es importante saber que la OMS considera que para el 2050 al menos el 50% de la población del primer mundo será miope. El hecho de ser miope predispone a tener un mayor riesgo de desprendimiento de retina, glaucoma, cataratas y maculopatía miópica(daño en el área central de la retina) sobretodo a partir de los 40 años. En Óptica Contrueces creemos en la prevención y  el control de la miopía ofreciendo distintos tratamientos. A mayor graduación en dioptrías mayor riesgo. Las personas que se someten a una operación de miopía no tienen menos riesgo de padecer este tipo de patologías, simplemente ponen a cero el número de dioptrías que necesitan para ver, los cambios estructurales que haya sufrido el ojo antes de la operación se mantienen.

Visión infantil

¿Se puede hacer un examen visual a un niño que no sabe las letras o no sepa hablar?

Aunque parezca difícil sí se puede hacer un examen visual a un niño pequeño o a un bebe. Cuando hacemos un examen visual a un bebe no buscamos lo mismo que cuando hacemos un examen visual a un niño mayor. En un bebe buscamos encontrar una simetría entre ambos ojos, que los ejes visuales no están desviados y que no hay una diferencia muy importante de graduación entre ambos ojos. Estos dos criterios son muy importantes para que ninguno de los ojos se quede por detrás en el desarrollo y termine en un ojo vago. Las técnicas y el examen visual se deben hacer adaptadas al niño y a su momento de desarrollo. Es fundamental poder contar con cierto grado de colaboración del pequeño, cosa que puede que no ocurra en una sola visita.

Utilizamos pruebas que no implican una respuesta directa del niño. Se puede evaluar la localización espacial y descartar la posibilidad del ojo vago o el estrabismo. También  la agudeza visual con test adaptado a la edad del niño. Observamos los reflejos corneales mediante una linterna puntual, cuando hay un estrabismo los reflejos no son simétricos. Miramos los reflejos retinianos, estos deben ser anaranjados y con el mismo tono (test de bruckner), para esta prueba utilizamos un retinoscopio. También con el retinoscopio y una barra de lentes se puede obtener una primera aproximación a la graduación de un niño pequeño, en este momento es más importante que las graduaciones de los ojo sean muy similares (siempre que no sean demasiado altas) a la cuantía de la graduación, buscamos descartar el ojo vago.  Podemos conocer la capacidad de localizar espacialmente los objetos mediante un prisma de metacrilato. La agudeza visual se puede llegar a medir mediante un test de preferencia de mirada.

Planing de revisiones visuales en la infancia.

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Muchos padres nos plantean la duda de cuándo empezar a hacer un examen visual a un niño y la respuesta es siempre la misma, cuanto antes. Hay momentos claves como puede ser a los 6 meses, en esta edad es cuando los dos ojos se empiezan a conectar y a trabajar como una unidad. Hay que asegurarse de que esto ocurra.

A los dos años también es otro momento importante, a esta edad surgen muchos estrabismos. En estos casos es imprescindible hacer un examen con ciclopléjicos para poder saber toda la graduación, el oftalmólogo pediátrico se encargará de ello. Los niños asintomáticos y sin antecedentes familiares también deberían hacer un examen completo de la visión.

Entre los cuatro y cinco años es el siguiente momento clave, el niño se enfrenta a los primeros pasos en la lectoescritura, eso implica una mayor precisión de la visión, un mejor enfoque de las imágenes. Si el niño tiene una hipermetropía demasiado alta y sin compensar puede terminar en un estrabismo. Aquí también es imprescindible el ciclopléjico y un oftalmólogo pediátrico.

A los 6 años el ojo ya está totalmente desarrollado, se puede considerar adulto, ya no debería haber más cambios pero a veces esto no pasa y empezamos con la miopía.

Los niños con padres con un historial de ojo vago, estrabismo, miopías o hipermetropías altas deberían hacerse un examen visual cuanto antes. Los niños en los que sospechamos que pueden ver mal tampoco deberíamos esperar. Cuanto antes aparezca la miopía más posibilidades de desarrollar una miopía magna (superiores a 6 dioptrías).

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Pistas que nos pueden indicar que un niño ve mal a lo largo de su desarrollo

Cuando son recién nacidos la coordinación de sus ojos no existe aún y esta se empieza a establecer a partir de los 6 meses, a veces parece que cada ojo va por su lado. Si después de esta edad parece que tuerce un ojo, obsérvalo. A veces se puede ver en las fotos más claramente.

Los niños con una mala visión o con un ojo vago suelen tardar mucho más en empezar a andar, suelen ser menos atrevidos, desconfían de los ambientes desconocidos. Cuando ya andan son más propensos a caer o tropezar. No les suele gustar los juegos de pelota o lo que impliquen una coordinación importante. Niños demasiado poco movidos.

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Cuando empiezan el proceso de la lectoescritura suelen ser menos precisos a la hora de colorear o hacer trazos, mala coordinación ojo-mano. Cuando leen o escriben se tiran encima del papel, tuercen mucho la cabeza o se tapan uno de los ojos. Rechazo de todo lo que implique un trabajo importante en distancias cortas.

Cuando ya son un poco más mayores puede que se acerquen mucho a la pantalla o a la televisión.

Recordar que las revisiones anuales son imprescindibles si realmente creemos en la prevención. El cuerpo y los ojos del niño están en constante y rápida evolución. Si nuestro hijo es asintomático pero con antecedentes familiares de estrabismo o miopías altas (más de 6 dioptrías) lo adecuado sería hacerlo cuanto antes. Si nuestro hijo es asintomático y sin antecedentes familiares la mejor edad para hacerle un primer examen es entre los dos y los tres años, a esta edad se puede obtener mucha información a través del juego. Si pensamos que nuestro hijo tiene síntomas relacionados con una mala visión el examen visual lo deberíamos hacer cuanto antes.