Hace un par de meses te animábamos a dar el salto al uso de lentillas, especialmente en verano por la comodidad y por la libertad que aportan.
Sin embargo, nos hemos dado cuenta de que, para los que se hayan iniciado hace poco en esta práctica, deberíamos haber explicado también cómo realizar una correcta higiene y un buen mantenimiento de las lentes de contacto para evitar infecciones oculares.
Y como nunca es tarde si la dicha es buena -y como aún quedan unas semanas de verano que es la época del año en la que el uso de lentillas suele intensificarse- hoy queremos compartir contigo estas pautas para que tus lentillas se conserven en perfecto estado y no te causen ningún problema ocular.
No podemos obviar que, en esta época del año, el cuidado de los ojos se complica debido al calor, a la incidencia del sol, a la mayor exposición al polvo, al contacto con el cloro de las piscinas y el agua del mar… Todo ello incrementa el riesgo de irritaciones o infecciones si no se mantienen unas rutinas de higiene adecuadas.
Por eso, conocer y aplicar las pautas correctas de mantenimiento de tus lentillas es clave para preservar no solo su durabilidad, sino también la salud de tus ojos en verano.
Pautas que debes seguir para evitar infecciones oculares si usas lentillas
- Lávate siempre las manos antes de manipular las lentillas. Hazlo con agua y jabón neutro, secándolas con una toalla que no desprenda pelusas.
- Utiliza soluciones específicas para lentillas. Estas fórmulas están diseñadas para limpiar, desinfectar y conservar las lentillas de forma segura. Cambia la solución del estuche cada vez que guardes las lentes.
- Mantén limpio el estuche porta-lentillas. Lávalo con la propia solución, nunca con agua del grifo, y sécalo con un paño limpio de fibra. Otro consejo para evitar infecciones oculares derivadas del uso de lentillas es que reemplaces el estuche cada tres meses.
- Respeta el tiempo de uso recomendado. Si son diarias, deséchalas al final del día; si son mensuales o quincenales, no prolongues su vida útil más allá de lo indicado.
- Lleva siempre un repuesto. En verano, cuando pasas más horas fuera de casa, es recomendable llevar contigo unas lentillas adicionales o una gafas de repuesto por si sufres algún percance o en caso de pérdida o incomodidad.
- Protege tus ojos del sol. Usa gafas de sol homologadas incluso con lentillas, ya que la radiación ultravioleta aumenta en verano y puede dañar la superficie ocular. También puedes prescindir en ciertos momentos de las lentillas si tienes gafas de sol graduadas.
Gestos que debes evitar al usar lentillas
- No uses agua ni saliva para humedecer o limpiar las lentillas. El contacto con microorganismos puede provocar infecciones graves. Si quieres evitar infecciones oculares, usa solo las soluciones específicas para ello.
- Evita bañarte con lentillas en piscinas, playas o jacuzzis. El agua contiene bacterias y agentes irritantes que pueden adherirse a la lente y dañar el ojo.
- No duermas con las lentillas puestas. Salvo que sean específicamente diseñadas para uso prolongado y con supervisión oftalmológica que entonces podrás dormir con ellas, pero siempre siguiendo las especificaciones recibidas.
- No toques tus lentillas con las uñas largas o sucias. Pueden rayarse y generar microlesiones en la córnea.
- No ignores las molestias. Si notas enrojecimiento, picor o visión borrosa, retira las lentillas y consulta con un especialista.
En definitiva, tanto en verano (una época más propensa a las infecciones oculares) como durante el resto del año, debes extremar las precauciones para disfrutar de tus lentillas sin poner en riesgo tu salud ocular.
La clave está en la prevención, la higiene y el mantenimiento: realizar una higiene rigurosa y evitar hábitos de riesgo te permitirá disfrutar de la comodidad de tus lentillas sin sufrir ningún contratiempo. Y como ya sabes, ante cualquier duda relacionada con su uso, puedes contar con nuestro asesoramiento experto, tan solo tienes que acercarte a nuestro centro, una de las ópticas en Gijón más recomendadas por sus clientes.



