Así como algunas personas se han acostumbrado a vivir con ellos, otras los sufren con auténtica desesperación. Nos estamos refiriendo a los acúfenos, uno de los problemas auditivos más comunes entre la población de todas las edades.
Seguro que sabes en qué consiste este problema, también denominado tinnitus: la persona que tiene acúfenos percibe de manera consciente y constante un sonido cuando no existen estímulos sonoros externos. Dicho de otro modo, tener acúfenos es oír un pitido o un zumbido, de mayor o menor intensidad, de forma constante en el oído. De ahí que, aunque algunas personas que los padecen sean capaces de abstraerse sin que merme en exceso su calidad de vida, a otras les pueden llegar a desquiciar, especialmente en los momentos de silencio.
Pero, ¿por qué surgen exactamente los acúfenos y por qué son tan comunes entre población de edades variadas o que realizan actividades muy dispares? Pues eso es lo que vamos a contarte en este post para que procures evitar algunas de las causas que están detrás de su origen. La previsión es clave para disfrutar de una mejor salud auditiva. No descuides la tuya y revísala de manera periódica de la misma forma que revisas tu salud dental o tu salud ocular. Ya sabes que en nuestro centro puedes reservar cita para realizar una revisión del oído en Gijón.
Causas de los acúfenos.
Este fenómeno se manifiesta como un zumbido, un pitido, un silbido, un murmullo u otro tipo de sonido en uno o ambos oídos. Puede ser constante o intermitente, aunque, en la mayoría de los casos, lo que ocurre es que en contextos ruidosos (a lo largo de cualquier jornada diurna) no se percibe o no tan intensamente, de ahí que algunas personas piensen que son intermitentes. Por las noches, el tinnitus suele ser más molesto, precisamente, por la ausencia de ruido exterior real que lo camufle.
Las causas de los acúfenos pueden ser diversas y a menudo multifactoriales, involucrando aspectos físicos, fisiológicos y psicológicos. A continuación, te contamos las principales:
1.- Lesiones en el oído interno:
Los daños en las estructuras del oído interno, como la cóclea o el nervio auditivo, pueden causar acúfenos. Normalmente, esas lesiones en el oído se producen por la exposición a ruidos fuertes, por traumas craneales, por infecciones del oído, por toxicidad por la ingesta de medicamentos… entre otras causas. Algunas son evitables, como la exposición continuada a sonidos muy fuertes sin protección. Modera el volumen al usar auriculares o ponte cascos de protección en tu puesto de trabajo si este está expuesto a fuertes ruidos.
2.- Pérdida auditiva:
Hay células pilosas muy delicadas en el oído interno (cóclea) que se mueven cuando llegan ondas sonoras. Este movimiento provoca que se envíen señales eléctricas a través del nervio desde el oído hasta el cerebro (nervio auditivo). El cerebro interpreta estas señales como sonidos. Si los cilios auditivos del oído interno se doblan o se quiebran (esto sucede con los años o tras una exposición prolongada a ruidos fuertes), pueden provocar la «fuga» de impulsos eléctricos al cerebro sin motivo, lo que causa los acúfenos. Por lo tanto, insistimos en que una forma de prevenir los acúfenos es evitando los sonidos muy altos en los auriculares o protegiendo los oídos en entornos laborales ruidosos.
3.- Trastornos vasculares:
Problemas circulatorios como hipertensión, aterosclerosis o trastornos de la circulación sanguínea en el oído interno, pueden desencadenar acúfenos. Esto se debe a la alteración del flujo sanguíneo en las estructuras auditivas, generando esos sonidos constantes en el oído.
4.- Trastornos del sistema nervioso central:
Alteraciones en el procesamiento de la información auditiva a nivel del sistema nervioso central pueden contribuir a la aparición de acúfenos. Esto incluye condiciones como la enfermedad de Ménière, la esclerosis múltiple, lesiones cerebrales… entre otras.
5.- Estrés y ansiedad:
Factores psicológicos, como el estrés, la ansiedad o la depresión, pueden exacerbar los síntomas de los acúfenos. Si bien no son la causa directa, estos factores pueden aumentar la percepción del zumbido y afectar la calidad de vida del individuo.
6.- Otros factores:
Existen otras causas menos comunes de los acúfenos, como trastornos musculares del oído medio, disfunciones de la articulación temporomandibular, problemas cervicales, la edad… que también deben valorarse.
En resumen, los acúfenos suelen ser el resultado de una combinación de factores que afectan al sistema auditivo y nervioso. Su tratamiento y manejo pueden variar según la causa subyacente y pueden requerir la intervención de diferentes profesionales de la salud, aunque el primer paso siempre será realizar una revisión auditiva para detectar cómo percibe el paciente esos sonidos irreales que tanto pueden llegar a molestar. En Óptica Contrueces podemos ayudarte a mejorar tu salud auditiva y, por lo tanto, tu bienestar. ¡Reserva tu cita!