Seguro que eres consciente de que la relación entre salud visual y rendimiento académico es innegable. La cuestión es, ¿serías capaz de darte cuenta de que tu hijo o hija presenta un problema de visión? En las siguientes líneas nos centramos en el caso concreto del astigmatismo.
El astigmatismo infantil es un trastorno visual muy frecuente en la etapa escolar. Es clave trabajar en pro de la detección precoz pero partiendo de la base de que no estamos hablando de una enfermedad ocular sino un defecto de refracción como lo son la miopía y la hipermetropía. En el caso de la miopía, las imágenes se reflejan delante de la retina y los objetos lejanos no se ven con nitidez. En cambio, en la hipermetropía es la visión cercana la que se ve afectada.
En el caso que nos ocupa en este post, el del astigmatismo, todo se debe a una alteración en la curvatura de la córnea. En ocasiones, también del cristalino. A veces, el astigmatismo lleva aparejados otros defectos de refracción. Hay varios tipos de astigmatismo regular:
- Astigmatismo miópico: el enfoque se hace de modo parecido a como lo hace un ojo miope.
- Astigmatismo hipermetrópico: el ojo enfoca como lo hace un ojo hipermétrope.
- Astigmatismo mixto: una mezcla de los dos anteriores.
La salud visual de los niños y el tratamiento del astigmatismo
Por lo general, el astigmatismo tiene un componente hereditario. La única vía para corregirlo es llevar lentes correctoras tóricas que contrarresten el defecto de refracción. Como pasa con la miopía y la hipermetropía, el astigmatismo también se puede corregir con lentes de contacto y cirugía refractiva.
Los síntomas del astigmatismo infantil suelen aparecer en la etapa escolar. Notaremos que el niño o niña tiene dificultades para ver bien la pizarra o para leer. Otras señales de alerta es que guiñe los ojos o que se tape uno para intentar enfocar mejor. En estos casos hacen un sobreesfuerzo para compensar ese defecto visual y en consecuencia sufren dolores de cabeza y enrojecimiento y picor en los ojos.
Si no se corrige a tiempo, en los casos donde haya un valor demasiado alto el astigmatismo infantil puede derivar en ambliopía u ojo vago. Entre los dos o tres años, aproximadamente, es recomendable someterles a un estudio de agudeza visual, refracción, oftalmometría, motilidad ocular y fondo de ojo. En los niños menores de dos años no se corrigen los astigmatismos inferiores a una dioptría, pero sí si supera la media dioptría en caso de que vaya asociado a miopía o hipermetropía.