La sequedad ocular, que en casos más acusados recibe el nombre de síndrome del ojo seco, es un problema muy frecuente en la sociedad actual. De hecho, millones de personas lo padecen en todo el mundo. Hay tres veces más de ojo seco en mujeres que en hombres ¿Quieres saber qué es y cuáles son los motivos que están detrás del ojo seco? Pues continúa leyendo este artículo.
¿Qué es exactamente la sequedad ocular?
Aunque todo el mundo parece tener muy claro qué es la sequedad ocular, es importante matizar que no nos estamos refiriendo a una sensación puntual de ojos resecos causada por factores ambientales, sino a molestias de larga duración que padecen muchas personas por una diversidad de motivos que influyen en la sintomatología que tiene cada paciente.
De acuerdo con esto, podemos hablar de sequedad ocular o síndrome del ojo seco cuando se produce una sintomatología muy concreta y continuada en el tiempo, encabezada por la escasez de lágrimas o el deterioro en la calidad y cantidad de la misma, muchas veces acompañada de molestias e inflamaciones en la superficie del ojo.
De forma genérica, podemos distinguir entre dos tipos de sequedad ocular:
- Sequedad ocular acuodeficiente en la que el ojo seco se caracteriza por una notable disminución en la producción de lágrimas acuosas, lo que suele llevar a sufrir síntomas como el ardor, la picazón, la irritación o incluso la sensación de tener un cuerpo extraño en los ojos y notar visión borrosa.
- Sequedad ocular evaporativa que se caracteriza porque lo que disminuye es la producción de la capa límpida de las lágrimas lo que hace que estas se evaporen. Esta capa es esencial para que las lágrimas puedan cumplir su cometido y mantener la superficie ocular bien lubricada y húmeda.
¿A qué se debe la sequedad ocular o síndrome del ojo seco?
El ojo seco se define como una enfermedad multifactorial, es decir, que suelen confluir varios factores en su origen. Dicho esto, también debemos puntualizar que la causa más común de la sequedad ocular es la alteración hormonal que conduce a una mala función de las glándulas lagrimales y a la disminución de la secreción de lágrimas.
En algunos casos, el ojo seco también puede ser un “daño colateral” de enfermedades sistémicas, especialmente a las enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y el lupus sistémico eritematoso.
Los factores más habituales para que un paciente desarrolle ojo seco son:
- Uso de lentes de contacto.
- Cierre incompleto de los párpados y el parpadeo infrecuente
- Enfermedades inflamatorias crónicas de la superficie del ojo.
- Uso de algunos fármacos sistémicos crónicos como antidepresivos, antihipertensivos, antihistamínicos y medicamentos para tratar el glaucoma.
- Uso abusivo de ordenador u otros aparatos electrónicos que hacen fijar la vista causando una disminución de la frecuencia del parpadeo, aumentando la evaporación de la lágrima sobre la superficie ocular.
- Factores ambientales como estar mucho tiempo en un ambiente muy seco, con poca humedad o con mucho viento.
- Enfermedades autoinmunes y menopausia completan nuestro listado de factores que suelen propiciar o favorecer que se desarrolle el síndrome del ojo seco.
Debido a su origen multifactorial es importante acudir a un centro especializado para valorar bien los motivos que están detrás y así poder aplicar el mejor tratamiento personalizado. En nuestra óptica en Gijón tenemos un módulo de ojo seco que nos permite hacer una valoración de cada caso y proponerte una solución.